12:30 am de un sábado que está a punto de
renacer, me encuentro a mi mismo de pie en la sala de mi apartamento, desnudo,
neutral, viendo la señal vacía que emite la pantalla de mi televisor, el cual
se encendió sin yo emitirle una orden previa.
Un movimiento, mi pierna derecha da un paso
hacia adelante, mi cuerpo solo se niega a quedarse simplemente de pie. Sigo
neutral, ahora con un pie hacia adelante y otro atrás, el televisor sigue sin
emitir nada, aun se escucha interferencia mientras la señal granulada yendo y viniendo
me mantiene hipnotizado.
Cierro los ojos, y al abrirlos noto un ciervo
lleno de colores brillantes y fluorescentes. Rosa, purpura, naranja y amarillo
invaden la sala. El animal no parece tener una mirada fija, pero sé que me
observa, dos brincos y se sumerge dentro de la pantalla del televisor. ¿Acaso
eso fue una invitación? Creo que sí, mi cuerpo ha empezado a moverse
involuntariamente hacia aquel electrodoméstico que seguía sin emitir absolutamente nada. Alzo
mi brazo para tocar el cristal frío de la pantalla, pero en vez de eso mi
extremidad se sumerge en un agujero, no se sentía extraño, pero tampoco
placentero. Luego alcanzo meter mi pierna izquierda, hasta que me asusto y saco
mis miembros del supuesto agujero que hay en el televisor, como si de un portal se
tratase. Me coloco nuevamente de pie, aun anonadado, sin decir nada, sin pestañear e incluso sin respirar por un momento, hasta tengo el presentimiento
de que me encuentro totalmente paralizado.
Bajo mi cabeza para ver mis píes y noto que
ellos tienen la imagen granulada que se reproducía en mi televisor, alzo mis brazos
y veo que están iguales, volteo hacía un espejo cercano y me doy cuenta que soy
una señal vacía, como la que vi hace minutos antes de ver al ciervo
fluorescente, intento gritar pero no puedo, el ruido de la interferencia me
agobia, cierro nuevamente mis ojos, los abro y a continuación he dejado la sala
de mi apartamento, ahora me encuentro en un mundo frívolo y oscuro.
Lo único que alcancé a distinguir fue mi viejo
televisor, quien se encontraba totalmente sin vida, ahora no había señal vacía
ni ruidos de interferencia, simplemente era una oscura pantalla. Frente al
aparato se alzaba un mueble, camino hasta él, me siento, en ese instante unas raíces
aparecen de la nada y se extienden hasta mi para entregarme un control remoto,
uno de los tentáculos me indica que oprima el botón de “Encender”, lo hago e
inmediatamente imágenes aparecen en el televisor. Programas de concursos, gente
haciendo ridiculeces graciosas, mujeres vendiendo productos de belleza, cuerpos
perfectos que hasta dan miedo, familias que viven en la perfección y armonía,
políticos dando falsas promesas, pornografía, mujer con hombre, mujer con
mujer, hombre con hombre, ladrones, estafadores, asesinos en serie, personas drogándose,
científicos inventando una nueva arma biológica, científicos probando químicos,
medicinas, entre otras cosas en animales, sectas haciendo sacrificios humanos,
humanos con sonrisas perfectas, aviones despegando, el hombre sobre la luna, un
grupo musical de los 60s, niños gritando eufóricamente, prostitutas caminando
por la calle, guerra entre países, racismo entre clases sociales, naturaleza
atentando contra la humanidad, excremento, personas vomitando en el baño y
muchas imágenes sin sentido más.
Me coloco de pie nuevamente y mi televisor se
apaga, escucho un ruido a lo lejos y noto como una montaña llena de pantallas
emiten la imagen de un ojo que me observa desesperadamente. Más tarde, esta apilada... Cosa (no sé cómo
llamarle), se alza sobre mi convirtiéndose en una esfera flotante, luego de esta
emergen raíces o tentáculos como aquellos que me extendieron el control remoto,
y forma una especie de araña-ojo hecha de televisores.
Un ruido parecido a un chasquido se escucha
desde mi lado izquierdo, cuando volteo veo a un pequeño mono golpeando una roca
contra el suelo, la ahora araña-ojo hecha de pantallas me observa detenidamente y luego emite la
imagen de un primate alocado, hecho de colores psicodélicos. Este nuevo ser
extiende uno de sus tentáculos y toca al pequeño animal que había visto hace
unos segundos, intento protegerlo pero ya era tarde, ahora se ha convertido en
un extraña criatura de colores rosas, naranja, amarillo y purpura. Ahora
parecía tal cual como aquel ciervo que vi en mi apartamento. Corro despavorido
a través de lo que ahora es como una especie de bosque, hasta llegar a un túnel,
iluminado de azul y verde, me refugio en el, pero antes doy la vuelta para ver
como la araña empieza a convertir todo en psicodelia.
Me adentro en el túnel y este a su vez se
convierte en un tobogán, ahora puedo ver todo el bosque convirtiéndose en un
mundo surreal, los animales se desintegran y se integran en otros, un oso panda
psicodélico camina por el aire, al mismo tiempo que baila sin tener una música
de fondo, luego en un parpadeo se convierte en un rinoceronte, después en una
sirena y por ultimo en un caballo.
Llego hasta el fin del tobogán y ahora los tentáculos
de la araña son brazos formados por cubos coloridos; todo está iluminado, pero
al mismo tiempo todo se mueve. Todo se descompone y se transforma en otra cosa,
me siento mareado, sigo caminando y un caudal rosado mezclado de verde,
amarillo, purpura, naranja y azul me lleva, como si de un río se tratase, ahora
todos los animales forman parte de este caudal que flota alrededor de la araña,
quien ahora se transforma en un especie de ser humano con rostro adornado de
pantallas.
Es un coloso, un titan que se alza gigantesco
sobre mí, una pantalla gigante emerge y de esta se empieza a ver a dos cuerpos
humanos, uno de color amarillo y otro naranja, ambos se encuentran sentados
viendo cada uno un televisor independiente, extienden sus manos, toman las imágenes
que se reproducen en ellos y las acercan a sus caras, pero no antes sin que
estos retiraran una especie de tapa que se hallaba en la parte posterior de
sus cabezas, quedando al descubierto unos pequeños orificios parecidos a un
rallador. Ahora exprimen las imágenes que toman de sus pantallas, claro está
cuando uno de ellos tomó una manzana y la exprimió al acercarla y presionarla
contra su rostro, dejando que los trozos rallados de la fruta, salieran por la
parte de atrás de su cráneo.
Empiezo a vomitar y el titan se va caminando lentamente, dándome
la espalda. Al recuperarme puedo notar que su espalda está llena de
ramificaciones, como si lo mantuvieran conectado, este llega a un cumulo de raíces entrelazadas las cuales hacían parecer un especie de mueble. El gigante logra sentarse mientras cruza sus piernas, baja su cabeza y su rostro se empieza a retraer,
hasta que cada una de las pantallas que adornan su cara se van apagando, aquellos cables que sobresalían de su espalda se empiezan a descomponer, y es como si aquel coloso empezara a
morir lentamente.
El bosque se empieza a desvanecer poco a poco,
hasta reducirse a una pequeña habitación fría, con paredes blancas y
acolchonadas. Una voz me habla, me indica que es la hora de cenar, y cuando
caigo en mi mismo, puedo darme cuenta que me hallo con una camisa de fuerza,
sentado al borde de mi cama, mientras un televisor emite una señal granulada
conjuntamente con un ruido de interferencia.
PD: Historia inspirada en cierto modo de la
novela de Eduardo Liendo “El Mago de la Cara de Vidrio”
Interesante el relato, podria recomendarte que lo revises un poco por esto de los acentos y tiempos de narracion.
ResponderEliminarY aqui dejo esto como simbolo de que me pondre al dia con tu blog
atte
Thor
Ok, revisando :D
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