viernes, 5 de octubre de 2012

Retransmisión Sin Señal


12:30 am de un sábado que está a punto de renacer, me encuentro a mi mismo de pie en la sala de mi apartamento, desnudo, neutral, viendo la señal vacía que emite la pantalla de mi televisor, el cual se encendió sin yo emitirle una orden previa.

Un movimiento, mi pierna derecha da un paso hacia adelante, mi cuerpo solo se niega a quedarse simplemente de pie. Sigo neutral, ahora con un pie hacia adelante y otro atrás, el televisor sigue sin emitir nada,  aun se escucha interferencia mientras la señal granulada yendo y viniendo me mantiene hipnotizado.

Cierro los ojos, y al abrirlos noto un ciervo lleno de colores brillantes y fluorescentes. Rosa, purpura, naranja y amarillo invaden la sala. El animal no parece tener una mirada fija, pero sé que me observa, dos brincos y se sumerge dentro de la pantalla del televisor. ¿Acaso eso fue una invitación? Creo que sí, mi cuerpo ha empezado a moverse involuntariamente hacia aquel electrodoméstico que seguía sin emitir absolutamente nada. Alzo mi brazo para tocar el cristal frío de la pantalla, pero en vez de eso mi extremidad se sumerge en un agujero, no se sentía extraño, pero tampoco placentero. Luego alcanzo meter mi pierna izquierda, hasta que me asusto y saco mis miembros del supuesto agujero que hay en el televisor, como si de un portal se tratase. Me coloco nuevamente de pie, aun anonadado, sin decir nada, sin pestañear e incluso sin respirar por un momento, hasta tengo el presentimiento de que me encuentro totalmente paralizado.