Coctel de Ojos y Visceras

Ahora y siempre mis labios y mi boca sangraran después de haber masticado toda la noche los cristales culposos del placer que me llena como hombre soltero que vive en el ultimo piso de un edificio viejo y desgastado, cuyas vidas pasajeras siempre estarán en la palma de mi mano. 

Las mentes llenas de dolor agonizante siempre me llamaran y pedirán mi auxilio, y yo siempre iré hasta su rescate, yacido aquí en un sillón viejo, que vino hasta a mi a causa de un "No se Que" y la verdad es que me da igual.

Siempre acompañado por una navaja y la típica botella de licor de "Lo que sea", para pasar mi vida que para mi siempre se resume a "Felicidad" en donde para mi, me gusta estar así, lleno de alcohol etílico por doquier, colillas de cigarros que rebosan la papelera, cortinas desgastadas por el sol, mi cama llena de fluidos seminales tanto de mi como de todas las "Putas" que han pasado y que me han hecho desbordar de placer con todas esas mamadas y todo ese sexo carnal y culposo. 

¿Que les puedo decir? La vida es un sin fin de personas llenas de mascaras desagradables, hasta diría yo que mi familia es un mar de hipocresía que te deja en la calle por no querer darte un pedazo de pan, aunque sea duro y mohoso. Pero que va, yo siempre al salir me coloco mi mascara del buen señor y buen ciudadano de este país y de este edificio. Mi alma y amor se remonta a un circuito cerrado que he creado solo para mi y solo para investigar a fondo cuando esas personas llegan a su dichoso humilde hogar. ¿Sabrán o no sabrán que soy el dios de este edificio, que me encuentro perenne en sus vidas y en cada rincón de sus apartamentos, vigilante como lo es un guardabosque, y sádico como un "Vouyerista" que se masturba todas las noches cuando ve como ciertas parejas tienen lo mejor de lo mejor en sexo real?

Resumiendo a lo poco que he visto, la familia del 3er piso es toda una familia perfecta, en pocas palabras poseen la mascara de la perfección, pero cuando se encuentran en sus aposentos, no es mas que un hogar lleno de discordias, groserías, drogas, alcoholismo y prostitución. Podría decirse que son algunas de las palabras que definen a este hogar. La hija menor de esta pequeña familia hace lo que se le antoje con los hombres y conmigo vaya que lo ha hecho, tanto en su cuarto como en mi cuarto, y cuando subo a verme a mi mismo a través de los monitores, la verdad es que no entiendo el placer que me da el verme a mi mismo teniendo sexo con la chica de cabellos negros y largos, su hermano es un drogadicto que a según su madre obtiene las mejores calificaciones en la universidad, tanto así que le darán una beca. Vaya, veremos si le dan una beca por descubrir una droga que te haga sentirte amado toda la vida. 

En el 2do piso vive una pareja recién casada, que se puede decir que tienen la mascara de la cordura y madurez, pero vaya que les hace falta al momento en que pisan una pequeña extensión de lo que es su hogar. Orgías, disfraces, trajes de cuero, látigos, aceites lubricantes, cadenas y cualquier maquina de tipo sadomasoquista. Ella lo hace su esclavo, le hace lamer su vagina perfectamente afeitada, mientras este se masturba encima de un plato, para que ella beba todo su semen. Sexo sin barreras, hasta animales son capaces de meter en la cama, ella una ninfomana que le gusta que le dejen un enorme falo de goma en su apretado ano, y el un idiota que le gusta que lo golpeen, le escupan y lo ahorquen mientras le hacen sexo oral. Pero dejemoslos a un lado, vamos con el muchacho que se destruye a punta de videojuegos y paginas pornográficas, algo patético para mi, pero ¿quien soy yo para decir que es patético o no?. El chico no tiene a nadie, vive en un toma y dame con las navajas, las cicatrices son el arte de su cuerpo, para el la mejor fue la que se hizo en la garganta para callar sus estúpidos sollozos de niña quinceañera. ¿a ver? ¿que mascara le pondríamos? Si, la de la felicidad, que irónica es la vida. 

Las niñas del 4to piso son las que poseen las mascaras de la sinceridad, son una de las mejores para mi, se hacen llamar amigas, pero en realidad son muy intimas amigas, créanme, muuuuuuy intimas, tanto ellas dos como otras 2 mas que llegan a altas horas de las noches, hasta que se convierte en un festín de niñas desesperadas, lenguas buscando otras lenguas, besos apasionados, miradas exploratorias y picantes, risas juveniles y llenas de placer. Si que se saben divertir, pero hay que acotar que son solo amigas y están ahí porque la universidad les queda cerca. Para mi solamente hay una diosa, y es la princesa que comparte mi piso, es de verdad la mas sincera, feliz y cordial persona que he conocido, es toda una dama de 1,65, tez blanca, cabellos castaños que le caen a los hombros y ojos cafés. Su voz es la que me hace agua la boca, su sonrisa me hace llegar con fuerza, y aunque aun no ha tenido la suerte de tocar mi cama, la he visto ir y venir como el mundo la trajo muchas veces. En este momento se encuentra en su pequeña cama, repasando unas notas, pero luego noto que se ha puesto de pie y sale de su cuarto, veamos, esta hablando con alguien, espero no sea su novio, porque de verdad que ese infeliz la pagara caro, es mas, diría yo que los ojos de aquel idiota estarían genial en mi colección de ojos que tengo en mi congelador aguardando a que un día sean masticados por mi. 

Tocan la puerta. Pregunto quien es. Nadie contesta, hasta que mi privacidad se ve forzada por una banda de 5 señores vestidos de uniforme. Maldición ya caigo, es la jodida policía, me han descubierto, pero ahora tendrán que morir mal nacidos, busco par de pistolas y una navaja, me escondo detrás de la puerta del baño, miro de reojo un hombro descubierto de un señor de algunos 36 años de edad, cuchillo en mano, luego cuchillo en la garganta de aquel ser. Sangre, me baño en ella y me la bebo, un segundo oficial se abalanza contra mi y una bala sale disparada aceleradamente de una de mis armas, luego esta corre con la mala suerte de estrellarse contra la boca entera de aquel señor de unos 40 años, la sangre esparcida en la pared me hace acabar en un abrir y cerrar de ojos, el tercero se asoma por la puerta de mi cuarto, disparo ensordecedor por parte de aquel idiota aprendiz de poilicia de algunos 25 años de edad, falla su bala, mi sonrisa enferma llena de sangre lo atemoriza, me voy corriendo fugazmente hasta el y con mis dedos logro sacarle los ojos que alguna vez cautivaron a una chica bonita. Tercer policía caído, silencio total, tensión, hecho mi cabeza hasta atrás, recojo mis cabellos, veo la sala de los monitores, corro hasta mi trono preciado y una lluvia de balas sin tregua alguna impactan sobre mi, volteo y observo a dos señores ya mayores cuyas edades podrían ser de unos 48 y 55 años, ambos hacen una mueca absurda con sus bocas, son personas espantosas, me pregunto si cuando hayan terminado conmigo por completo serán conmemorados, realmente eso no me interesa, lo que me interesa es este liquido rojizo y vinotinto que recae sobre mi, lo absorbo y me voy vacilante hasta el monitor de la cámara que vigila a mi tierna princesa, coloco mi cara sobre el cristal frió e inerte de aquella pantalla, solo alcanzo a pronunciar las palabras "Mi vida, te esperare", allí antes de agonizar y morir pude observar un aparato que me molestó mucho, ese artefacto me miraba sosegadamente, estaba rígido y con ese ojo rojo que me ponía nervioso, me pregunto ¿quien seria capaz de ser tan enfermo para ver como veo a las demás personas?

Sea quien sea, esa persona sera mi sucesor, y será el nuevo Dios de este edificio enfermo. 

Fue ese ojo rojo, vigilante, sospechoso, temeroso, psicologico, enfermo y mortal que causo mi deceso, pero a la final estoy contento de que alguien haya aprendido de mi, en otros términos, mi vida aun continua, Je!.

PD: que tan cierto hay de que algunas familias o algunas personas son perfectas y sinceras??? Que tanto crees tu que nadie te esta vigilando???....Lo cierto es que no se, ni tu sabes las respuestas a ninguna de estas dos preguntas

La privacidad es una cuestión de uno mismo y la sinceridad es para todos, la nota va porque siempre en esta sociedad nos vemos rodeados de gente sin sentido y con mascaras en la cual, la mascara de la hipocresía es la que abunda en todos lados