Hoy, Miércoles 15 de Junio de 2016 cuando es la
1:06 am en Las Palmas de Gran Canarias, he decidido al fin plasmar unas cuantas
palabras que desde hace días vienen rebotando en mi mente con determinada
ansiedad, y no es más que una dedicatoria a todas esas personas ignoradas.
Haré en lo más posible de ser lo menos deprimente,
y es lo que en realidad deseo en esta entrada, pues quiero celebrar y brindar
por aquellos que pasamos por inadvertido, aquellas personas que estando en público
son simplemente invisibles pero que al mismo tiempo se encuentran latentes,
esperando que algo brille o se opaque en sus vidas, habitando como seres sin razonamiento,
aunque en cierto modo queremos estar así. Nos molesta, nos deprime, pero nos
alegra y nos mantiene vivos, nos encanta adentrarnos en la pantalla de nuestro
celular (Incluso sin este tener batería o carecer de datos para navegar) para
distraernos de las charlas monótonas y normales del día a día, también lo
hacemos cuando no conocemos a nadie y nos da miedo a socializar, somos inexpresivos,
observadores, silenciosos, nos remitimos a pensar, anhelar y añorar, pero
también en ciertas ocasiones cuando nos hablan y sentimos que el interlocutor
se interesa en descubrirnos pues solemos
ser conversadores.
Escribo desde lo más sincero de mí, y dejo que
las palabras fluyan después de mucho tiempo en el silencio. Somos los
ignorados, hacemos alarde de ello, no
importa en que estrato social y/o condición económica nos encontramos, procuramos sentirnos orgullosos, solemos ser
solitarios, no nos interesa, amamos encontrarnos y hundirnos entre la música del
caos citadino, de los problemas que nos rodean y de la lista de canciones
almacenadas en el celular. Las personas comúnmente cuestionaran tu sexualidad, Las
personas comúnmente cuestionaran tu sexualidad, coeficiente intelectual y tu
forma de pensar, cosa que en realidad no me afecta, y creo que a muchos de los que se encuentran en
mi situación tampoco les molesta, hablamos cuando queremos, no iniciamos
conversaciones ni siquiera con nuestra familia, incluso con nuestros padres,
vivimos nuestro mundo, nos definen de incomprensibles, pero en realidad no nos
damos cuenta que el incomprender es netamente ignorado por nosotros mismos,
para suerte de la ironía.
Alejarse de la realidad es un paseo, es placer,
es excitante e incluso emocionante, podría definirse como deporte extremo, pero
es más bien un placebo de momento, nuestra mente habla y nosotros solo nos
remitimos a sonreír, a valorar las pequeñas cosas de la vida, analizamos todo con
o sin detenimiento, tanto despacio como rápidamente.
Recibamos pues, con fanfarrias y aplausos a
aquellos que prefieren pasar de largo el saludar a alguien conocido, aquel que
va a una reunión y se sienta a esperar que hablen por él, mientras el mismo se
mantiene a gusto frente a la mesa de los entremeses y licores, aquellos que en
gusto por ser ignorado ha logrado avances en la humanidad tanto biológica como tecnológicamente.
Pongámonos de pie y hagamos grito de alegría
cuando nos definen como filósofos, sabios, bohemios, raros, discapacitados
mentales, asociales, introvertidos, anormales y por ultimo pero no menos
importante ignorados, que nada nos afecte porque mientras nos etiquetan dentro
de un grupo inventado en sus cortas mentes, nosotros en la nuestra (que incluso
no puede ser más extensa) gozamos y reímos por saber cómo seremos juzgados la próxima
vez.
Letras sinceras y de libre contenido sarcástico
en su totalidad, simplemente somos así, decimos lo que necesitamos decir y en
su debido momento. Siéntase libre de comunicarse con nosotros, y con esto no
exijo a gritos que nos hablen, hágalo sabiamente o de lo contrario usted será
el ignorado.
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